COVID-19 PR

Alerta de repunte


He sido muy crítico con la prensa comercial por el apetito sensacionalista que usualmente promueve. «Vivir alertas, pero no alarmados» ha sido mi lema ante la pandemia COVID-19 desde sus inicios.


Esta vez, sin embargo, coincido con las señales que se están enviando por la prensa para alertarnos sobre la situación actual de la pandemia en Puerto Rico, a pesar de que ahora el tema «no vende». Sin embargo, aun así, cumplen su responsabilidad de informar verazmente.

La agenda oficialista gubernamental es evidente, tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos: se quiere minimizar, y hasta negar la situación actual.


Reinfecciones en Puerto Rico


Los datos revelan aumentos significativos de infecciones, reinfecciones, hospitalizaciones y defunciones, así como un aumento en el uso de Paxlovid. Esto coincide con la protección menguante de las vacunaciones. Ya casi no existe diferencia entre los menos vacunados y los más vacunados en las defunciones (aunque ciertamente existe entre vacunados y no vacunados). Peor aún, solo el 10% de la población ha recibido la bivalente.


Defunciones por COVID-19 en Puerto Rico


Nos encontramos ante una nueva etapa de convivencia con la variante Omicrón del virus SARS-CoV-2 causante de la pandemia. Ya no se justifica la declaración de emergencia, pues el sistema salubrista no sufre riesgo de colapso. Aplanar la curva epidémica ya no es prioridad, pues existen recursos para atender la demanda de atención de servicios hospitalarios por COVID.


Esta nueva etapa plantea un problema bioético. La población de mayor riesgo, los adultos mayores —una minoría de la población general— tiene con una carga de morbimortalidad por COVID desproporcionada. Más del 80% de las defunciones por COVID ocurren en ese grupo.


¿Debe despreocuparse la población más joven de su contribución a la transmisión comunitaria del SARS-CoV-2 que eventualmente impacta a sus mayores? ¿Debe la sociedad proteger a sus adultos mayores, como una meta éticamente válida, no importa que no representen riesgo de colapso del sistema sanitario?


Los datos oficiales del Departamento de Salud indican un repunte en la población de adultos mayores. Vacunarlos es nuestra mejor estrategia de protección. La mitigación de riesgo —la fase actual de la estrategia salubrista— también debe incluir la protección de nuestros adultos mayores en residencias de adultos mayores.


Esto, y más, está incluido en las recomendaciones de los informes semanales de la Oficina del Principal Oficial de Epidemiología del Departamento de Salud. Pero el mensaje no llega, ni a Fortaleza ni a la ciudadanía. Ambos actúan como si ya hubiese pasado la pandemia. Pero no es así.


Al igual que hace el servicio de meteorología para olas de calor excesivo, el Departamento de Salud debe emitir un Boletín de Alerta a la población general, y de AVISO a la población de adultos mayores, sobre la situación actual de la pandemia en PR y el alto riesgo particular par a los adultos mayores. Es una responsabilidad ética y salubrista que debe trascender intereses políticos y agendas oficialistas.


José Becerra, MD, MPH, FACPM
Atlanta, GA and San Juan, Puerto Rico

Retired Centers for Disease Control Medical Epidemiologist

Adjunct Associate Professor of Epidemiology and Biostatistics
Graduate School of Public Health, Medical Sciences Campus
University of Puerto Rico


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *