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Muertes prevenibles

Estados Unidos tiene un problema de exceso de mortalidad, incluso antes de la pandemia.

El 50% del exceso de muertes en los Estados Unidos ocurre en personas entre las edades de 15 y 64 años. Sabemos que, entre las personas de 1 a 44 años, más estadounidenses mueren por lesiones y violencia, como accidentes automovilísticos, suicidios u homicidios, que por cualquier otra causa, incluido el cáncer, el VIH o la gripe. Esto hace que las lesiones y la violencia sean la principal causa de muerte en este grupo etario.

El exceso de muertes también es un porcentaje preocupante del total de muertes. En 2017, el 17% del total de muertes en los Estados Unidos podría considerarse “exceso”. En 2021, ese número se había duplicado al 35%. Casi 900,000 personas en los Estados Unidos murieron en 2021 que tal vez se pudieron prevenir.

El exceso de muertes asociadas a COVID solo explica alrededor del 50% del exceso que vemos en 2021. El resto refleja algo aún más preocupante: un deterioro letal de la salud, quizás exacerbado por la pandemia, pero no debido al virus en sí.

Algunos estarán en desacuerdo con el uso de números europeos cuando se aplican a los estadounidenses. Después de todo, Europa tiene, en general, un sólido servicio de salud pública, medicina socializada y atención médica que no corre el riesgo de llevar a la bancarrota a sus ciudadanos. ¿Cómo podemos comparar los resultados estadounidenses con un lugar como ése, verdad?

F. Perry Wilson, MD, MSCE, associate professor of medicine and director of Yale’s Clinical and Translational Research Accelerator.

Fuente: https://www.medscape.com/viewarticle/989530


La ironía del comentario de Dr. Wilson es evidente: no hay peor ciego que quien no quiere ver.

Las muertes asociadas al acceso indiscriminado de armas —rifles de guerra, en particular— son un componente significativo del exceso de mortalidad y, aún así, los estadounidenses persisten en su idolatría fálica del rifle. Arguyen que es sólo un vector, que un vector no mata, sino el asesino. Igual podría decirse de los mosquitos vectores de viruses letales. El sentido común universal —tanto estadounidense como europeo— indica que es necesario controlar a los mosquitos que transportan a los víruses asesinos, como el odio.

Más preocupante aún —para la salud política de la democracia estadounidense— es el propósito ulterior de algunos: la insurrección armada y una inminente guerra civil. Las consecuencias tendrían repercusiones mundiales.

La guerra es una enfermedad letal prevenible. La paz es un estado de salud y de bienestar. Vivamos en salud, sin odios ni armas de guerra.

https://news.un.org/en/story/2018/05/1009082

  • Health care spending, both per person and as a share of GDP, continues to be far higher in the United States than in other high-income countries. Yet the U.S. is the only country that doesn’t have universal health coverage.
  • The U.S. has the lowest life expectancy at birth, the highest death rates for avoidable or treatable conditions, the highest maternal and infant mortality, and among the highest suicide rates.
  • The U.S. has the highest rate of people with multiple chronic conditions and an obesity rate nearly twice the OECD average.
  • Americans see physicians less often than people in most other countries and have among the lowest rate of practicing physicians and hospital beds per 1,000 population.
  • Screening rates for breast and colorectal cancer and vaccination for flu in the U.S. are among the highest, but COVID-19 vaccination trails many nations.

U.S. Health Care from a Global Perspective, 2022:
Accelerating Spending, Worsening Outcomes


José Becerra, MD, MPH, FACPM
Atlanta, GA and San Juan, Puerto Rico

Retired Centers for Disease Control Medical Epidemiologist

Adjunct Associate Professor of Epidemiology and Biostatistics
Graduate School of Public Health, Medical Sciences Campus
University of Puerto Rico

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