COVID-19 PR

Fiscalizando a la prensa

La prensa informa cuando denuncia un «cuestionable gasto en rótulos y semáforos en la carretera PR-111 entre San Sebastián y Moca».

La prensa desinforma cuando sepulta una posible justificación de ese gasto rotulándola como «la Autoridad de Carreteras defiende el reemplazo de rótulos en la PR-111». Así, la prensa siembra y abona dudas sobre una alarmante negligencia y corrupción administrativa, si realmente la hubo, o si se trata de un requerimiento adjunto al uso de fondos federales. Quizás no lo sabremos nunca.

Es el mismo periodista investigativo que encubre la contratación de una estudiante de medicina a tiempo completo que facturaba 100 horas mensuales a $100 por hora ($10,000 mensuales) dirigiendo 78 equipos de epidemiólogos municipales, mientras se aprobaba la compra, con fondos federales, de vehículos que algunos alcaldes luego utilizaban en sus campañas políticas [FYI: la práctica administrativa correcta es aprobar arrendamientos de vehículos («leases») por tiempo limitado para uso exclusivo de investigaciones epidemiológicas]. ¿Por qué eso no se denuncia también?  ¿Es posible dirigir un complejo sistema de 78 equipos de epidemiólogos municipales mientras se estudia medicina a tiempo completo?  ¿No debe auditarse ese gasto también?

Por eso, pierde credibilidad cuando ese mismo periodista se pliega a la agenda cosaca para cerrar las escuelas. No disputo el derecho de los gremios laborales de maestros para procurar mejores condiciones de trabajo en las escuelas, pero no deben justificarse sembrando alarmismo por «brotes».

https://www.elnuevodia.com/autor/david-cordero-mercado/

¿Qué sentido epidemiológico puede tener que se reduzcan los contagios COVID-19 en todo Puerto Rico mientras se alega que aumentan en las escuelas? Ninguno, excepto una mejor detección de contagios.

https://rconnect.dfci.harvard.edu/covidpr/
El riesgo de contagios COVID-19 entre las edades de 20 a 29 años excede al riesgo de los de menos de 14 años de edad.

El periodista puede necesitar capacitación en epidemiologia y ante esa deficiencia difunde datos crudos sin entenderlos. Confunde validez con precisión: muchos datos, poca información fiable.

El periodista tampoco parece entender sistemas de vigilancia epidemiológica. El aumento inicial en la captura de datos de todo sistema de vigilancia epidemiológica es lo habitual y NO es necesariamente un reflejo de una mayor incidencia de casos.

Existen nueve estrategias de prevención del COVID-19, establecidas por los CDC y el DSPR, para la reapertura de las escuelas.

https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/community/schools-childcare/k-12-guidance.html

Si la depuración de los datos y su correcta contextualización epidemiológica indican que, a pesar de la implementación de estas estrategias, las escuelas resultan ser focos de brotes epidémicos de COVID-19, pues entonces estaría justificado modificar protocolos y hasta cerrar escuelas. Ni los titulares alarmistas de los periódicos, ni los encargados de la publicidad del gobierno, deben asumir esa responsabilidad. Difundir información fiable sobre epidemias le corresponde al Principal Oficial de Epidemiología del país, así como difundir información oficial sobre huracanes le corresponde al Servicio de Meteorología.


El pensamiento crítico se enriquece con los postulados de la dialéctica hegeliana: tesis, antítesis y síntesis. Cuando la prensa abdica su responsabilidad de servir de ese punto de síntesis y se convierte en antítesis de la tesis oficialista gubernamental, entonces le corresponde al ciudadano adjudicar la síntesis que mejor aproxime la verdad de los hechos.

Cuando un periodista, ya sea por deficiencia académica o por orientación tendenciosa, suprima información vital para el análisis de un problema, es un deber ciudadano objetar y exigir que se difunda la información correctamente contextualizada.

Publicar que no hay evidencia de brotes descontrolados no vende; sembrar la duda de que puedan existir, eso sí vende. Tanto la tesis oficialista gubernamental como la antítesis de la prensa comercial compiten para vender su producto.

En esa competición, la opinión pública queda huérfana de un árbitro imparcial para procure la síntesis que mejor aproxime la verdad de los hechos. Por eso es necesario que el lector inteligente y bien informado fiscalice a la prensa cuando informa y cuando desinforma.


José Becerra, MD, MPH, FACPM
Atlanta, GA and San Juan, Puerto Rico

Retired Centers for Disease Control Medical Epidemiologist

Adjunct Associate Professor of Epidemiology and Biostatistics
Graduate School of Public Health, Medical Sciences Campus
University of Puerto Rico

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