Como ya habíamos alertado hace una semana, el Departamento de Salud confirma hoy que para la semana pasada se rebasó la cifra del pico anterior de la pandemia COVID-19 en Puerto Rico. Durante el pico del 30 de marzo se reportaron 85 contagios confirmados. En comparación, para el 2 y 3 julio ya se han reportado 95 y 106 contagios, respectivamente. Estas cifras pueden aumentar según se completa el registro de datos transmitidos desde los laboratorios y se actualizan los datos retrospectivamente.

Fuente: Departamento de Salud
Hay que recordar que, en ausencia de los datos provenientes de las investigaciones epidemiológicas de casos que capturan la fecha del inicio de los síntomas, la curva epidémica se construye con la mejor aproximación posible a esa fecha, utilizando la fecha de la toma de la muestra. El retraso entre la toma de la muestra y la fecha del reporte por los laboratorios no permite el análisis de los datos recientes mas actualizados.
En ambos picos de la epidemia, no podemos asumir que el total de casos confirmados y reportados representan la totalidad de los nuevos contagios en esas fechas. Se estima que los casos reportados representan una fracción 5-10 veces menor que los contagios totales. A pesar de no poder validar empíricamente que ambos picos representan fracciones equivalentes, la magnitud del ritmo de crecimiento es similar, y todavía el segundo pico recién comienza, indicando un alto potencial de transmisión comunitaria descontrolada.

La conjetura de que estamos sólo observando el resultado de clusters aislados de contagios debido a visitas de familiares desde los EEUU a la isla necesita confirmarse mediante investigaciones epidemiológicas. En ausencia de tal evidencia, los datos disponibles indican que el aumento es generalizado, que el aumento reciente es relativamente mayor en las personas de menos de 30 años y que, a pesar de que ciertamente los municipios con clusters de contagios reportados figuran entre los más afectados, el aumento se observa también, con menor magnitud relativa, en la mayoría de los municipios.
Al 5 de julio, un análisis por municipio indica que ocurrieron 577 contagios confirmados en toda la isla desde el 1 de junio. Esa cifra representa un exceso de 332 contagios a los esperados de acuerdo con la incidencia observada antes del 1 de junio. De esos 332 contagios, los municipios de Carolina, Bayamón y San Juan contribuyeron una tercera parte del exceso. A pesar de que la magnitud relativa del exceso de estos tres municipios es menor que para los municipios con clusters de contagios reportados en la prensa, su mayor población contribuye más al exceso de contagios. No fue así para otros municipios de mayor población que el promedio de la isla, como Caguas, Mayaguez, Guaynabo y Ponce.
La tendencia ascendente en la positividad de las pruebas moleculares durante el mismo periodo confirma la tendencia observada en la curva epidémica de contagios confirmados. Los resultados preliminares del porciento de positividad de 231,087 pruebas moleculares para COVID-19 registradas al 9 de julio en el BioPortal del Departamento de Salud, correspondientes a los días laborables del 30 de marzo hasta el 6 de julio de 2020, indican que el porciento de positividad se redujo de 11.3% el 30 de marzo de 2020 (pico de la epidemia) a 0.2% el 4 de junio y ha ido aumentando consistentemente desde el 5 de junio alcanzando un 5.2% de positividad el 6 de julio de 2020.

La reciente tendencia al aumento en las hospitalizaciones y defunciones por COVID-19 completa un diagnóstico definitivo de repunte de la pandemia COVID-19 en Puerto Rico que amerita la más urgente atención tanto por parte del gobierno como de la ciudadanía. El inventario y las proyecciones de camas en hospitales y en las unidades de cuido intensivo (y los ventiladores) necesitan actualizarse a la brevedad posible con modelos estadísticos validados por la mejor información disponible.

Un aporte importante que se puede hacer desde la perspectiva salubrista y epidemiológica es continuar educando a la opinión pública en esta segunda etapa de la pandemia sobre la contribución de cada individuo a la cadena de transmisión del SARS-CoV-2.
Preceptos fundamentales:
- El virus SARS-CoV-2, causante de la pandemia COVID-19, se transmite de persona a persona.
- El contagio por COVID-19 depende de los TRES FACTORES que comprenden su potencial de reproducción (R):
- Cantidad de contactos por persona (por día)
- Probabilidad de transmisión
- Duración de la contagiosidad (en días)
Todos los complejos modelos matemáticos que se elaboran para hacer proyecciones sobre el progreso de la pandemia se pueden reducir prácticamente al producto de esos tres factores:
R = C * P * D
R > 1: crecimiento de la pandemia
R < 1: control de la pandemia
Es importante que la ciudadanía comprenda su responsabilidad cívica para reducir el potencial de reproducción (R) a menos de 1.
- Si bien la D (duración) de la contagiosidad es una propiedad del virus, puede reducirse su expresión si cada contagio se identifica y se aísla con prontitud.
- La P (probabilidad) de transmisión, que es otra propiedad del virus, se reduce prácticamente por medidas de higiene (lavarse las manos con frecuencia), de protección personal (uso de mascarillas) y por el distanciamiento físico.
- Los C (contactos) por persona es el único factor totalmente controlable por cada persona, al evitar muchedumbres, al minimizar visitas a las esenciales o quedándose en casa.
El potencial reproductivo del virus, R, calculado teóricamente por complejos modelos matemáticos, se reduce prácticamente al promedio de la suma de todos las R individuales. Cada miembro de una comunidad contribuye con su voto al potencial reproductivo (R) del virus. Una persona en cuarentena, por ser contacto de un contagio, contribuye CERO a esa suma, desde el momento mismo en que comienza su cuarentena. Usar mascarillas y guardar distancias físicas minimizan la probabilidad de transmisión.
Adoptar y adaptar la exhortación de Tom Frieden a que toda persona implemente “the three Ws: wear a mask; wash your hands; and watch your distance.” En español podemos usar las tres Ms: máscarillas al salir en público; manos lavadas; mantener distanciamiento. –CBSNEWS
Un lockdown (toque de queda) es una medida drástica para reducir la C y así reducir la R a menos de 1. Las estadísticas actuales indican que urge examinar las premisas de la reapertura económica del país y del control de los aeropuertos, así como reevaluar la implementación de las medidas de contención para controlar la transmisión comunitaria del SARS-CoV-2 en Puerto Rico.
La transmisión asíntomática que caracteriza a esta pandemia reduce la eficacia de las medidas de contención individuales, pero no las anula. Como ha sido intentado en otros países, es posible explorar una reapertura gradual y controlada, si bien implementada. Sin embargo, el equilibrio entre el derecho a la salud y al sustento es muy frágil y se debatirá sostenida y reiteradamente durante esta pandemia hasta que surjan tratamientos y vacunas seguras y eficaces.
¿Cómo saber que vamos en la dirección correcta? Existe una métrica fácilmente observable que nos indica si la R está por encima o por debajo de 1: el ritmo de crecimiento o reducción en la curva epidémica (Figura 1). Esa métrica se denomina r (en minúscula, rate en inglés). Ya se ha redactado un informe al respecto con los datos de la primera fase de la pandemia COVID-19 en Puerto Rico.
Hay una relación proporcional entre R y r. Cuando consistentemente aumentan los contagios COVID-19 confirmados diarios, aumenta r y, por consiguiente, aumenta R. Cuando aumenta R, es inevitable que posteriormente aumenten las hospitalizaciones y las defunciones por COVID-19. Sin embargo, desde la perspectiva del momento presente, esa posterioridad (“lag”) se reduce cuando la actualización de la curva epidémica se retrasa por una semana, como ocurre actualmente en Puerto Rico. Por eso, se pueden observar aumentos en hospitalizaciones casi simultáneamente con el aumento de los contagios, con el aumento en defunciones observándose poco después. Por lo tanto, dependemos de cuán fiables y actualizadas estén las estadísticas sobre la pandemia COVID-19 en Puerto Rico para saber si vamos en la dirección correcta o no.

Urge que el sector privado, la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro, la academia y el gobierno aúnen esfuerzos para monitorear las estadísticas sobre la pandemia COVID-19 en PR de una manera oportuna, consistente y fiable. Hay que procurar que la ciudadanía se mantenga bien informada para tomar las precauciones y acciones preventivas correspondientes a la magnitud del riesgo. Las interpretaciones de los datos y las proyecciones estadísticas pueden variar de acuerdo con la opinión profesional de cada grupo y sector, pero los datos deben ser los mismos. Sólo una opinión pública bien informada puede enfrentar esta crisis con la debida prudencia y sabiduría. -JB [2020.07.11]
CONSULTOR
José Becerra, MD, MPH, FACPM
Atlanta, GA and San Juan, Puerto Rico
Retired Centers for Disease Control Medical Epidemiologist
Adjunct Associate Professor of Epidemiology and Biostatistics
Graduate School of Public Health, Medical Sciences Campus
University of Puerto Rico
Me preocupa los viajeros en el aeropuerto. Vivo en Miramar y veo constantemente turistas jóvenes sin mascarillas buscando restaurantes. De deben orientar más “enfáticamente”, que creo es lo único que podemos hacer.
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